Casa Eames, la primera casa prefabricada

Case Study Houses fue una iniciativa patrocinada por la revista Arts&Architecture, en Los Ángeles, para diseñar casas modelo baratas y eficientes. Esta propuesta se llevó a cabo en 1945, en un contexto de posguerra, en el que eran protagonistas la escasez de recursos y la creciente demanda residencial por el regreso de millones de soldados. De entre los veinticinco modelos que se crearon, la casa Eames (originalmente conocida como Case Study House Nº8) fue la más exitosa y marcó un paso evolutivo en la historia de la arquitectura general, convirtiéndose en la madre de la construcción prefabricada.

El primer diseño de la casa lo esbozaron Charles Eames y su colega arquitecto Eero Saarinen, y la pensaron como una caja elevada de acero y vidrio proyectada fuera de la pendiente. Siguiendo la filosofía de Case Study Houses, la estructura debía poder construirse a partir de piezas “listas para usar” que estuvieran disponibles en catálogos de fabricantes. Después de la segunda guerra mundial el metal escaseaba, por lo que las piezas tardaron 3 años en llegar (¡!), tiempo tras el cual Charles y su esposa Ray habían pasado mucho tiempo en el terreno de la obra y habían cambiado radicalmente el diseño de la casa para que ésta se integrase mejor en la naturaleza que lo rodeaba.

El diseño definitivo consta de un muro de contención de 60m de largo que une los dos módulos de la construcción: uno de ellos es la residencia y el otro un estudio de trabajo, ambos separados por un pequeño patio. A partir de una estructura de acero ligera y funcional que se levantó en menos de dos días, consiguieron dar forma a un lugar flexible basada en elementos prefabricados, paneles de vidrio y de madera. La estética del proyecto se caracteriza por el minimalismo de la cultura japonesa y influencia del entorno natural. Las ventanas permiten la entrada de luz natural manchada decorada (dinamizada?) por las sombras de los árboles y eucaliptos de la fachada. Aunque Charles sí era arquitecto de formación, Ray era pintora y el carácter inquieto de ambos les convirtió en una pareja profundamente artística. Además del diseño de la casa, se convirtieron en grandes aficionados al cine y la fotografía, y se dedicaron en profundidad al diseño de mobiliario. Aún hoy seguimos viendo su legado en el mobiliario de cafés, restaurantes, oficinas, …

Algunos ejemplos son la famosa silla DSW o la Organic Chair, que tuvo que esperar una década entera para ser construida debido a la imposibilidad técnica de reproducir industrialmente las formas curvas de los asientos.

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La casa Eames fue todo un éxito como espacio de vida equilibrada, cómoda y funcional. Prueba de ello es que sus propios creadores decidieron mudarse ahí para el resto de su vida. La pareja se ha convertido en un referente indiscutible del diseño industrial con materiales prefabricados, y seguimos disfrutando de su legado a día de hoy, Cuando la pareja falleció, la hija de Charles, Lucia, creó la fundación Eames, que se encarga de gestionar preservar la casa. Casa Eames fue declarada monumento histórico nacional y sigue abierta al público a día de hoy para aquellos entusiastas de las arquitectura que la quieran visitar.

A continuación podéis encontrar el documental “House: After Five Years of Living”, grabado por la pareja. A través de un lenguaje cinematográfico muy característico, explora cómo era la vida en el hogar de la pareja desde los ojos de Charles y Ray, lo que convierte el corto en un auténtico legado audiovisual.

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